Uno clásico en la ciudad condal.
Este restaurante nace en los años 60, dos amigos Alfonso Milá y
Leopoldo Pomés con sus respectivas mujeres. Eran amantes de la gastronomía,
hablando claro, les gustaba comer bien, no solo lo que conlleva el alimento
sino el conjunto calidad, precio, espacio, ambiente… Aunque no siempre lo conseguían
tomaban notas con el objetivo de crear un restaurante en un futuro no muy
lejano donde todo aquello que les gustaba y les hacía sentir bien cuando iba a
un restaurante en el suyo fuera igual, es decir, que todo, absolutamente todo, estuviera
en disposición del cliente y que este se sintiera bien recibido y una calidad
en los platos.
Para ellos era fundamental cumplir una
serie de condiciones, consideraban que un restaurante ha de saber cubrir una serie de condiciones; el sonido, que el local este bien insonorizado ( para aquel entonces era más difícil),
horario y fiestas, NUNCA CERRADO, consideran que el hecho de que nunca este
cerrado hace que cualquier persona quiera ir a cenar o celebrar algún acontecimiento
siempre tenga la posibilidad de ir de este modo el cliente siempre estará contento,desde hace 40 años solo cierra el día de navidad,
por otro lado están los servicios, en aquel entonces el servicio no es lo que
es ahora, y consideraron que el servicio tenía que ser igual que la sala y que
ir al servicio no te provocara otra cosa que asombro, por eso fueron los primeros en
tener un lavabo como dios manda y por último y no por ello menos importante el servicio,
en este restaurante se consigue el antiguo oficio de camarero donde este
trabajo era una gran dignidad, lo que significa amabilidad, calor humano y nada
de servilismo.
La arquitectura del local es hecha por los mismos
propietarios, adquiere un carácter informal, donde predomina la limpieza, la luminosidad
y sin lujos aparentes. La decoración del
local, reafirma la profesión de Pomés, Karin su mujer
realizo las fotografías de es una fotógrafa (Karin) casi en tamaño
normal de color negro con una cámara en acción (Flash, de aquí el nombre)
La carta consta de más de 40 tortillas diferentes en las que
puedes encontrar en primeros segundo e incluso en postres. No nos podemos
olvidar de las exquisitas hamburguesas y sus distintas variedades que ofrecen. Además
de esto contienen una carta variada, exquisita y con todo de calidad.
Nosotras nos pedimos tortillas diferentes, no podemos salir del Flash sin el sabor de una en la boca.
Patatas con jamón ibérico y la tortilla guisada con ( guisantes, cebolla,
pan, tomate y almendras) y nos partimos un pan con tomate para acompañar la tortilla. Divina.
Como lo compartimos nos pusieron la mitad
de cada tortilla en cada plato.
Hamburguesa flash flash
La carta de postres también es deliciosa.
Macedonia de frutas.
Es un restaurante que a pesar de sus años nunca pierde la esencia, es para ir y repetir una y otra vez. Ademas su ambiente puede ser para ir con niños o solo adultos, celebrar un acontecimiento o utilizar la excusa de ir a cenar porque es Miercoles y te lo mereces, que esta casi siempre es la mejor idea.
Nos despedimos con Karin.
Horarios --> Nunca Cierran menos el día de Navidad
Lunes a Domingos de 13:00h - 1:30h
Dirección Carrer de la Grandada del Penedès, 25, 08006, Barcelona, España
Teléfono 93 237 09 90
Precio medio 25 euros
Están también en Madrid.
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